Bendigo, saludo y aprecio la labor encomiable de mis consiervos de Avivamiento Emmanuel del Perú y de los demás ministros de diferentes concilios. Nuestras labores Pastorales se torna más compleja por los mismos cambios de estructuras en nuestro País (Perú) y en América Latina; dichos cambios nos instan a seguir avanzando, preparándonos y dando más importancia a la “Organización”, “Administración” y a una Supervisión Eclesial de una manera permanente y cuidadosa.
Si me permiten, deseo dar unas “pinceladas” a la importancia de la organización de la iglesia, tomando como referencia al Pastor Alberto Barrientos1
Cuando Moisés se sentía morir de fatiga por la enorme carga que llevaba, vino un consejo sabio. Moisés lo escuchó. Hizo un Plan. Buscó hombres. Les asignó tareas. Lo comunicó al pueblo. Y se guiaron todos por aquel plan
(Éxodo 18:13-27) Igualmente al tomar posesión Israel de la tierra prometida los territorios se distribuyeron adecuadamente a las tribus y a las familias (Josué 13:21) Y se complementó aquella acción con un avanzado sistema de leyes que reglamentaba los diferentes aspectos de la joven nación (Deuteronomio 12:26)
Jesús también seleccionó de entre las multitudes hombres para que estuvieran con El y para que compartieran su tarea. El (Jesús) distribuía su tiempo para atender a las personas y para formar a su reducido grupo de discípulos. A éstos les dio instrucciones muy especificas de cómo habrían de hacer su labor (Mateo 10:1-25; Lucas 10:1-12) Entre los mismos doce había uno que ejercía el cargo de finanzas/tesorería (Juan 12:6). Había otros que se encargaban de hacer otras cosas (Lucas 22:8) Al morir encargó a Juan el cuidado de su madre (Juan 19:26-27). Antes de ascender dio órdenes a sus discípulos (Juan 20:21-22; Lucas 24:49; Marcos 16:14-18; Mateo 28:18-20 y Hechos 1:6-8)
Al surgir la iglesia, el amor se manifestó mediante la ayuda mutua (Hechos 4:32-35) Estos ejemplos revelan claramente algo que es muy importante para la vida de la iglesia. Las relaciones, la estructura, las funciones, las ayudas etc. Es necesario que se guíen por Criterio Inteligentes.
Quizá por esto el Nuevo Testamente insiste tanto en el hecho de que el pueblo de Dios debe crecer en el entendimiento.
El pastor juega un papel de gran importancia. Hay pastores que son excelentes personas y magníficos predicadores pero al fallar en el campo de la administración pueden caer al precipicio en sus ministerios. Hay iglesias que tienen varios pastores con diferentes ministerios, unos vistosos, los que predican. Otro, que aparece poco en el público, pero es quien proyecta, orienta y organiza la iglesia. Así uno y otro, corazón y cerebro, se complementan y le dan dirección al cuerpo. Ambos son igualmente necesarios
SUPERVISIÓN
La primera semana de la realización de un nuevo plan siempre será un torbellino de actividades y los ojos de “todo el mundo” se hallarán puestos en el objetivo.
El objetivo proveerá la visión y la motivación. Pero conforme el tiempo va pasando, la meta va perdiendo brillo y las actividades diarias, la rutina de día en día empieza a ocupar los pensamientos de los menos entusiastas. Muy pronto el objetivo se verá tan distante que ya se hace difícil ver si se está realizando cada día algún progreso hacia dicho objetivo.
El profesor Guillermo Luna A. declara lo siguiente:
“El proceso administrativo es una dinámica integral. No hay una época separada para dirigir y otra para controlar. El Pastor tendrá muchas veces que hacerlo simultáneamente conforme aparezcan las oportunidades y necesidades.2
.
¿QUE ES SUPERVISAR?
La palabra supervisor tiene su equivalente griego en una palabra compuesta, episkopos: epi, sobre o en cima y skopos, vigilante u observador. Supervisar pues, es vigilar sobre determinado aspecto del trabajo o sobre determinado grupo de personas. Podemos decir que supervisar es la acción del administrador que asegura que las actividades se ajusten al plan
En cierto sentido, todos deben hacer en cierta forma el papel de supervisor. Un miembro supervisa su propia tarea y ayuda a aquellos que necesiten de él.
¿COMO MEJORAR LA TECNICA DE SUPERVISAR? 3
1.- Sentido de responsabilidad.
El líder cristiano modelo es aquel que dice cómo el Apóstol Pablo: “¿Quién enferma y yo no enfermo? ¿A quién se le hace tropezar, y yo no me indigno?” (2 Corintios 11:29)
Como buen líder “Dime el tamaño de tu compromiso y te diré el tamaño de tus
Resultados”___“Cuando te comprometes tu entorno cambia” (Palabras dichas por el pastor evangelista Mario Chocoj de Estados Unidos en una conferencia de pastores en el Carmelo, Virú)
a. Deberá cuidar de las personas a su cargo
b. Es responsable del éxito o de fracaso de la actividad, plan o proyecto
2.- Iniciativa propia.
No se espera que el líder cambie las disposiciones de la organización y haga lo que quiera; pero si debe tener la capacidad para adaptar, y hasta cierto grado, transformar algunas órdenes. Servir únicamente como mensajero, o cable transmisor, no es ser un verdadero líder.
3.- Saber convencer.
La táctica más deseada en un líder, la que le puede producir incontables beneficios en la tarea de supervisar es saber convencer a otros para que apoyen por su propio gusto lo que él quiere. Para esto, es bueno optar por no contrariar las ideas del prójimo.
El gran éxito de Sócrates, Filósofo griego que murió 4 siglos antes de Cristo, se debió a su método de preguntas positivas que obligaban a sus opositores a decir que “Si”, y por ende, a estar de acuerdo con él. Para que una persona diga si, debe haber algo a su favor.
Recuerdo en mis épocas de estudiante de Post grado en FATELA (Facultad Teológica Latinoamericana Alianza) un profesor nos narró lo siguiente:
“Un pastor luchaba inútilmente por conducir a un ternero al establo. Alguien que pasaba, le dio el consejo de untarse leche en la mano y acercarla a la nariz del animal. El ternero siguió al Pastor sin problemas hasta llegar al destino deseado” 4
4.- Estar inundado de entusiasmo.
El entusiasmo es como el fuego: se transmite al contacto. Se ha comprobado que hace más una persona cuando está interesada que cuando es obligada a hacer algo. Por lo tanto, el buen líder, cuando quiera que su grupo rinda al máximo, trate de comunicar entusiasmo y alegría, en lugar de temor y amenazas. Una persona entusiasta contagia e inspira a las demás para hacer las cosas en forma excelente.
5.- Saber delegar.
Las muchas tareas de la congregación han de ser llevadas a cabo por todos los hermanos. El Pastor principal de la iglesia o su equipo administrativo no deben pretender hacerlo todo, sino aprender a delegar responsabilidades.
Delegar es asignar tareas, responsabilidad y autoridad.
Valdría la pena recomendar a los pastores y líderes leer el libro de George Ederly titulado “Pastores que abusan”, para que se tenga un panorama amplio sobre lo dañino que ha sido y es la dictadura pastoral en América Latina.
a. Para delegar hay que ser sincero con uno mismo. El Pastor a veces prefiere hacerlo todo en resguardo de su propia seguridad y posición. Teme que otros hagan mejor las cosas o simplemente que las hagan bien y que esto afecte a su posición. ¡Esta actitud no corresponde al verdadero sentido pastoral!
El pastor está llamado a reconocer sus más hondas actitudes, y a rectificarlas, si es necesario, para que pueda delegar en otros sus tareas.
b. Para delegar también hay que tener confianza en las personas. Hay que creer con sinceridad que los demás pueden aprender y pueden hacer las cosas bien. Y que pueden quizás hacerlas mejor que uno mismo. Sin esta dosis de fe en los demás no se puede delegar. Esta confianza hay que demostrarla y manifestarla dando oportunidad a los hermanos de aprender; dándoles oportunidad de practicar lo aprendido; dándoles aún oportunidad de equivocarse; que tengan la facultad de decidir y llevar adelante proyectos o encargos. El mismo Espíritu Santo nos demuestra la confianza que Dios tiene en las personas cuando da dones para que sirvan, aun sabiendo que muchos los emplean en forma equivocada o mal.
c. Para delegar hay que formar primero. No es cosa de repartir cargos, hacer nombramientos y poner a las personas a hacer distintas cosas. Requiere una preparación mínima previa. Requiere que cada uno sepa no sólo qué va hacer sino cómo lo va a hacer. Por esto es que el pastor necesita planear bien su trabajo y tener algo más que cultos. Requiere de un programa más amplio para capacitar y movilizar a los hermanos.
d. La delegación implica dar instrucciones específicas a las personas. Si se les puede dar por escrito es mucho mejor. Así cada uno puede estar informado de la tarea que se le asigna, de las formas posibles como puede realizarlas; el grado de autoridad que tienen; hacia quién son responsables; cuando pueden decidir libremente y sin consulta y cuándo no deben hacerlo. Al delegar
Hay que tener presente otros elementos de mucha importancia.
1. A los que les toca trabajar en comisiones hay que ayudarles al principio, pues a veces les cuesta trabajar en equipo. Hay que hacerles presente que la contribución de cada uno es fundamental para alcanzar los objetivos.
2. El pastor debe estar atento a las posibilidades de “roces” o disgustos entre los miembros de las comisiones. Debe informarse adecuadamente de las causas que las provocan, y si ellas continúan debe moverse para mediar.
3. El pastor debe estar siempre a las órdenes de estos hermanos para responderles a sus preguntas, darles sugerencias si se las solicitan, orientarles en la formación de planes de la iglesia local.
4. El pastor debe mantener una actitud clara y definida por lo que los hermanos no sientan que él (Pastor) esta sobre ellos, sino a lado de ellos. Que juntos van por el mismo camino y llevan las mismas metas.
5. El pastor debe siempre motivar con su ejemplo. Su fe, su actitud positiva ante las circunstancias, su entusiasmo, su compromiso y su amor deben ser la tónica del trabajo. Este ejemplo dado en forma constante puede hacer mucho más que las palabras.
6.- Saber coordinar.
Se coordina mediante una clara y amplia comunicación entre los miembros. Esto se logra solamente cuando el pastor-administrador sabe qué es lo que esta haciendo. (Explicar sobre la experiencia en nuestra iglesia)
7.- Ser recto en la disciplina.
No se admiten preferencias en una actividad conjunta, especialmente en la iglesia. Esto no significa que el líder sea un déspota o un ingrato. Ser amable, considerado y perdonador le hará un guía digno de estimación. ¡Ojo! La misericordia nunca está en pugna con la justicia.
8.- Ser persistente.
Nunca olvides que ocurrirán disgustos y serias dificultades, pero, “perseverar hasta el fin” es un supremo requerimiento para alcanzar el triunfo. Recuérdense la tenacidad de Moisés, la paciencia de Samuel y Job, la persistencia de Nehemías, la firmeza de Cristo y la inconmovible visión de Pablo.
Estor líderes ejemplares vieron coronados sus esfuerzos, porque hicieron frente a las adversidades en la misión que se propusieron.
A.- Significado y lugar de la evaluación
La evaluación consiste en comparar lo obtenido con lo esperado
Robert K. Bower, dice que:
“la experiencia ha demostrado que no es suficiente prever, planear, preparar, organizar y ejecutar sino se cuenta con un método sistemático para examinar cada aspecto de esas operaciones. Se asignaron proyectos y se delegaron deberes, pero ¿se realizó lo que se esperaba, tal como se esperaba?” 5
Cuando no se toma tiempo para evaluar lo que se ha hecho, uno se siente inseguro e insatisfecho, pues no puede decir a ciencia cierta qué hizo ni cómo lo hizo.
Los términos evaluación y control se usan indistintamente en el campo de la administración, aunque hay pequeñas diferencias entre ambos. Regularmente se
Conoce como control a la evaluación parcial; a diferencia de la evaluación final.
Gulick y Urwick dicen que:
C.- Evaluación del personal
Siguiendo la línea de Wilfredo Calderón de su libro “La administración en la iglesia cristiana” 8 respecto a la evaluación del personal se logran cuatro cosas
1.-Analizar la actuación de cada uno.
Este análisis debe ser positivo hasta dónde sea posible y debe hacerse en diálogo franco y equilibrado con la persona en cuestión, aun en caso de adversidad. Si la persona ha fallado hay que ayudarle a comprenderle y a considerarlo. Los reclamos e insultos pueden crear una barrera de comunicación y a veces hay corazas de resistencia lo cual no le permitirá ver los errores del individuo ni ver el punto de vista de su superior. (Hace algunos años escribí un artículo para una conferencia juvenil bajo el tema: ¿Cómo ser un joven exitoso en este mundo postmoderno? Les recomiendo leerlo, servirá de mucho para los líderes emergentes)
Leí a uno de mis escritores contemporáneos favoritos: John Maxwell que decía: que los mejores líderes son aquellos que en momentos adversos prefieren ser positivos, amables y considerados; y cómo resultado, han recibido disculpas, enmiendas y bellas promesas de parte de aquellos que han fallado.
2.- Mejorar la capacitación.
Sobre las bases de un sincero reconocimiento de los triunfos y también de las fallas observadas durante de las actividades, los líderes deberán reanudar el proceso de capacitación.
3.- Otorgar, como el caso lo demande, algún tipo de recompensa y estímulo.
Muchos han dejado de cooperar, debido a que no se les estimuló por el deber cumplido. No sólo el dinero es recompensa. El elogio público y sincero, el estímulo oportuno y la palabra de aliento, harán que nuestros colaboradores no se fatiguen ni pierdan el ánimo.
En la iglesia que pastoreo (Iglesia Cristiana Emmanuel) todo trabajo delegado, ejecutado y terminado, se les retribuye una recompensa en el momento oportuno9
4.- Hacer las modificaciones necesarias para mejorar la administración.
El progreso es esencial para la verdadera existencia. Cada día se aprenden cosas nuevas. Es necesario mejorar cada día; y no hay razón para no mejorar. Revísese las actas, los acuerdos etc.
Conclusión.-
El pastorado es, quizá, la más compleja de todas las profesiones10. A veces se torna aburrida y rutinaria; otras veces es agotadora y desesperante. Una de las formas de salir de la rutina y conducir a la congregación a través de una vida ininterrumpida de experiencias exitosas es tomar el tiempo necesario para evaluar, pensar, idear y soñar.
El pensamiento va siempre adelante, abriendo la brecha, o por lo menos, trazando el sendero que habrá de transitarse. El líder rutinario y mediocre es el que se limita a hacer lo que siempre se ha hecho. No hay innovación, no hay progreso, no hay visión. Nadie quiere cooperar con un líder monótono, aburrido, rutinario y ultra conservador que sigue utilizando los mismos planes de hace dos o tres décadas. Emmanuel se viene perfilando hacia un liderazgo fuerte y sólido y el impacto será a la medida de lo que vemos, porque lo que usted ve es lo que usted puede ser…
Un abrazo cordial de sus amigos que sus únicas pasiones es Jesús y las Almas.
Quedamos al servicio de usted y de Cristo…
1 Barrientos Alberto, “Principios y alternativas de trabajo pastoral” Editorial Caribe, 1982. El
autor ha sido pastor en Costa Rica por 25 años y es considerado uno de los pastores más
dinámicos de América Latina
2 Luna A. Guillermo, “Hacia una administración eficaz” Editorial Caribe, 1981, 1985
3 El Dr Wilfredo Calderón, cita en su libro (“La administración en la iglesia cristiana” pp.126) al
Lic .Reyes Ponce en su libro “El arte de mandar” haciendo alusión a las técnicas de
supervisión
4 FATELA (Facultad Teológica Latinoamericana Alianza) Esta casa de estudios se encuentra en
Lima, en el tercer piso de la Iglesia Alianza Cristiana y Misionera de Pueblo Libre lo cual fui
estudiante en el programa de Maestría de asuntos pastorales.
5 Gulick Luter y L. Urwick, “Science of adminstration”, New Cork: Columbia University, 1937
6 Calderón, Wilfredo “La administración en la iglesia cristiana” Pp 129
7 Entiéndase PLANEACIÓN fijar objetivos y se establecen programas y presupuestos.
8 Calderón Wilfredo, “Liderazgo y administración eclesial” Editorial vida, 1982 USA
9 Nuestro equipo administrativo de la iglesia cristiana Emmanuel viene incentivando a los que
trabajan en diferentes áreas, les donamos ropa, víveres y hasta según sea el caso dinero.
10 En Estados Unidos y Europa el pastorado está considerado cómo una carrera profesional
probablemente en América latina pueda darse el grado de una carrera académica al pastorado.
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